Montcau i Cova Simanya

De nuevo nos dirigimos al Parc de Sant Llorenç del Munt i l ´Obac, esta vez

para hacer una de las rutas más conocidas:" Montcau i Cova Simanya."

Esta excursión la hicimos hace unos meses cuando el calor no apretaba demasiado.

Cogemos la carretera de Matadepera a Mura  y aparcamos en el parking del Coll d´Estenalles.
El camino sale desde el centro de interpretación.
Después de subir por la pista asfaltada y de empezar a disfrutar de las vistas, cogemos el camino que queda a nuestra izquierda , está muy bien marcado.

Camino que nos conduce al Montcau

La subida es fuerte.

Vistas desde la subida.

Parada obligada para retomar fuerzas.

 Cuando ya casi llegas a la cima se complica y los mas peques tienen que ser ayudados para agarrarse  a las rocas.

En la cima junto a la rosa de los vientos.

El Montcau es la segunda montaña mas alta del parque, su altura es de 1.056m.
Se encuentra dentro de els " 100 cims ".

Disfrutando de las vistas.

Hace un día muy despejado y se ve perfectamente Montserrat.

Ahora empieza el descenso.

También descansamos, la bajada fué dura.

 Llegamos al Coll d ´Eres punto de partida de varias excursiones como la del Morral del Drac.

Coll d´Eres.

Cogemos el camino que queda a mano izquierda y que está indicado. Ojo porque si ha llovido los días anteriores el camino estará muy resbaladizo.



Nos encontramos esta indicación y nos
dirigimos hacia la izquierda.

Charcos a lo largo del camino.

Bonitas vistas del Canal del Llor.

Una pequeña cascada.

Y encontramos la Cova Simanya.

Dentro de la cueva a mano izquierda hay otra cueva pequeña, hay tanta humedad dentro que parece que esté lloviendo.

Cueva que hay a mano izquierda.

 Abandonamos esta cueva y vamos a la grande.
Tiene 400m de longitud, es la más larga de las 163 que podemos encontrar en el macizo de Sant Llorenç. Sólo se puede acceder a unos 100 metros en su interior.

Es necesario llevar linternas.

 El suelo está muy resbaladizo y lleno de barro.

Hay un riachuelo a lo largo de toda la cueva.

Cuenta la leyenda que aquí vivía un dragón y sus habitantes encantados.Que había hombres, mujeres y niños pegados en las paredes como ofrenda.

Vistas desde el interior de la cueva.

El sacerdote Ermèndia en el siglo XVII dijo que había una gran plaza y calles dentro de la cueva con pequeñas luces, por esta explicació​n durante mucho tiempo la cueva no fue visitada.

 
 Salimos llenos de barro por todos los lados.
A las niñas les ha encantado.
Volvemos por el mismo camino hasta llegar al parking.